jueves, 22 de abril de 2010

Vomitando-te

Vivir potenciado por las columnas de tus miedos e hirientes realidades,

De éste tránsito lento de tu desamparada forma de romper compromisos.


Converges en tus decisiones, expuestas tan sólo en sustancias distintas pero siempre con los mismos resultados.

Y hoy, me derrumbo en grandes cantidades de agua y sal,

Sobreviviendo únicamente con la estúpida fé que resta en éste desierto,

Ondas cerebrales que atentan el aire de mis pulmones y sin embargo, respiro.


Almaceno infinitos caprichos de ésta desesperación inútil que me conduce a ningún lado,

Racionalizo por fin estar libre de culpas, confesado con la luna y mi hilarante capacidad por no querer reproducirme en el más estricto sentido de la idea, ya no, no sin ti.

¿Cómo podrías pedirme a mí algo, si ya todo te lo llevaste?


Concebí noches con sol e infiernos de día, intentándome aferrarme a ésta locura que insiste en desaparecer a últimas fechas,

Vorágine de recuerdos asaltando a mis dedos, estos dedos tan llenos de adicciones que tienen todo que ver con la noche.

Comprenderás que no fui yo quien desató el infierno, que paralizado encontré la complejidad de mis palabras en el silencio, y decidí enmudecer mis dedos.


Tristeza de las mil señales de advertencia que puse en mi propio camino y aún así ignoré,

Y me río de mi porque aún sabiendo esto te hablé de ellas, sin saber que tu conscientemente las ignorarías.

Vuelve la distancia y ardo en deseos de contenerla, de retenerte, pero luego una pequeña voz en mi conciencia me susurra: ¿para qué?

Así que cierro los ojos, y ruego con todas mis fuerzas no extrañarte.


Esa idea de terminar siendo un maniquí, víctima de tus antojos y de las veces que no pude decir que no, es el reclamo latente de mi corazón al cual, desgraciadamente, estoy tan acostumbrado que creo ya no distingo.

viernes, 9 de abril de 2010

Ambivalencias

Nunca como ahora he estado tan “ajeno” a esa expresión de aplicación indiscriminada, lo único que me faltaba… el amor, finito como el instante, placer prolongado en el tiempo, mi renacimiento, duración de la vida, anhelo de renovación… ¿Que es el amor?

El amor es la mentira mejor contada, la perfecta justificación, el precio más costoso, el olivo de mis ojos, la promesa nunca dicha, el veneno de tu boca, la rabia cuando me miras, el fragmento que descifras, tu alma material y mi cuerpo espiritual que me coloca en el umbral de la animalidad.

Es mi espacio imaginario, búsqueda de pasión, la caja de tus caricias, historia de mi habitación, que nace cuando me pides y muere si te regalas, que quema con la mirada y se viste de las caricias, es la palabra ociosa de risa superflua, tu bella, yo bueno y su influencia, mis prácticas criminales, lo próximo a la divinidad.

Es la pérdida del rumbo, las coordenadas de mi conciencia, en donde no sé si voy o vengo, si existo, solo sé que soy, breve, abierto, crecido de hechos, de contracciones y gemidos de contorsiones, es ese espacio velado para los ojos, pero transparente para esa visión nítida de grandeza; que inunda, proyecta, sembrando tu tierra de tiempo, eternidad.. y huellas.

Es la primera vez que no miré a otro lado, la primera vez que no necesité cambiarlo… cuando dejaste ése sabor salado; y sin embargo, perdí.


Hace días sentí la necesidad infinita e inconsciente de publicar esto, hoy, entendí el porqué.

martes, 6 de abril de 2010

Vencimientos

Los días transcurren lento en éste hemisferio,
las bocanas de humo que exhalo son solo señal del tiempo que transcurre,
no... ésta vez no habrá regreso, ni perdones, ni alguna penitencia posible por tus pecados,
algún día ésta tierra se secará.

Hoy se venció otra fecha sin resultado favorable,
y yo que deseába / necesitába tanto creer en las promesas.
El marcador cuchichea en mi contra, y yo ya estoy cansado de verlo reír,
comienzo a creer que el día jamás llegará.