Se avecinan tiempos extraños, de esos llenos de dudas de colores envueltas como caramelos, donde el aire apesta a interrogantes y la luna se sofoca intenseando por las noches.
Ya no habrá respuestas regadas en la arena, que quemen mis huellas, que hundan en una ola todo lo que un día pudo ser.
Los días serán tu verdugo, pasearán lento por entre tus piernas, olerán a tequila y por las noches te susurrarán mi nombre...
Tal vez es solo que somos un par de conocidos que nunca terminaron de conocerse, que en el desvelo preferimos inventarnos, y soñar con la boca perfecta, con ese mundo volcado de caricias sin tierra de por medio.
Las preguntas vienen, se quedan, se marchan, se alejan... como yo.