Volver a empezar,
reinventarse, quitando las mortajas y los velos que tanto hacían daño.
Esa cosquilla que parte de la distancia, se adhiere con el tiempo y se añeja con la ausencia,
se esconde en la sonrisa, habla con los ojos y acampa en la piel.
Remolino de dudas rondando por la escalera,
esperando un simple tropiezo para volver a atacar,
Supongo que es como todo, limpiar tu casa, tu cuarto...
uno empieza por los cajones de las cosas más viejas, tiliches, recuerdos en fotografías.
Uno se deshace de las cosas inservibles y equipajes pesados,
se elimina el sobre peso para poder volar,
se rompen aquellas fotos dolorosas para no volver atrás,
cambiando el silencio por mí.
Y es cuando quema el tiempo y renace en las entrañas,
bebe del pasado y se alimenta del ayer.
Cuando no se encuentra escapatoria posible o final aceptable,
cuando sabes que no volverás a donde estuviste ayer.
Este soy yo, jugando a rozar mi mejor versión, codeando a las estrellas.
Hoy que todo superó la realidad echando raíces sobre mi piel,
hoy que comienzo a volar.
Escribo para encontrarme, para saber lo que busco, en lo marchito y torcido de mi eterna distancia. Escribo para descubrir lo que hay dentro, debajo de las heridas y raspones mentales, de mi alma noctámbula y tortuosa.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Volar
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El camino a casa,
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Verdades absolutas
sábado, 21 de julio de 2012
Historias
Las historias, a veces, también tienen su historia. La mía comenzó en el momento en que me decidí a enterrarla. No es fácil enterrar una historia cuya pequeña historia recién está empezando. Solamente la tierra del olvido sirve para hacer eso, pero las tumbas piden que las recuerden. Por eso tienen lápida y epitafio. Están ahí para que la memoria nunca quede perfectamente sepultada.
La historia de la historia es su espectro, su sombra, y yo nunca he tenido el olvido bastante para poner tres metros bajo tierra a tamaño fantasmón. Una historia con vida y voluntad propias, a la que no podía sepultar ni salvar. Una historia que había que esconder, como a un monstruo intratable. Y al final una historia tan terca que ni su propio funeral la convence. Cuando uno insiste en enterrar a un fantasma, el fantasma termina por enterrarlo a uno. Sólo que yo no estaba orgulloso del mío, y no me iba a servir de mucho esconderlo.
Difícilmente acaba uno de aceptar el fin de la desdicha, por más que lo celebre como la última orilla de una era. Algo tiene la vida miserable que nos hace añorarla y cortejarla cuando ya nos creíamos a salvo de su embrujo.
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Cosas ajenas que me gustan
viernes, 25 de mayo de 2012
Saltar al vacío
Supongo que así debe de ser eso que dicen de dejarse caer,
de saltar un día al vacío y sin previo aviso, ni siquiera paracaídas de por medio.
Pero el camino no es fácil, porque entonces llegan los miedos, las fobias, y las costumbres:
esas malditas putas tan ricas y casi imposibles de dejar.
Y toca enfrentarse a las máscaras y al espejo,
buscar dentro de todo el muladar de historias una sola que hable de ti.
Encontrarse, desempolvar los sueños y al niño que fuiste,
en los libros que leíste y nunca te gustaron, donde hoy rastreas entre ellos algún dejo que me hable de ti;
...supongo debe ser la parte más difícil.
Pero el camino siempre se anda solo,
y de pronto, como un rayo, caes en cuenta que ya no eres el mismo de antes,
que nadie dijo que desempolvar las viejas alas y volar sería fácil,
el precio de las facturas fue alto, pero llegado al destino ya nada será igual.
Supongo que debe ser algo parecido a construir un barco y saber que está listo para zarpar,
entonces te encuentras lleno de cosas nuevas, con una sonrisa que te cubre la cara de oreja a oreja,
enlistando uno a uno tus aciertos y aprendiendo de tus errores,
de cuando buscaste felicidad en el dulce mareo de sus besos de ron,
en la esperanza que se descubre nueva y llena de razón.
Estoy seco de palabras y vacío de ausencias, cansado de clichés;
segregando a cuenta gotas el poco veneno que me queda en la sangre.
Y yo que busco y me reinvento, entre las hojas marchitas de un ayer,
y yo que busco y me encuentro, entre los sueños que no pienso perder,
moldeando el tiempo en una botella, entre mis noches rotas por haber.
de saltar un día al vacío y sin previo aviso, ni siquiera paracaídas de por medio.
Pero el camino no es fácil, porque entonces llegan los miedos, las fobias, y las costumbres:
esas malditas putas tan ricas y casi imposibles de dejar.
Y toca enfrentarse a las máscaras y al espejo,
buscar dentro de todo el muladar de historias una sola que hable de ti.
Encontrarse, desempolvar los sueños y al niño que fuiste,
en los libros que leíste y nunca te gustaron, donde hoy rastreas entre ellos algún dejo que me hable de ti;
...supongo debe ser la parte más difícil.
Pero el camino siempre se anda solo,
y de pronto, como un rayo, caes en cuenta que ya no eres el mismo de antes,
que nadie dijo que desempolvar las viejas alas y volar sería fácil,
el precio de las facturas fue alto, pero llegado al destino ya nada será igual.
Supongo que debe ser algo parecido a construir un barco y saber que está listo para zarpar,
entonces te encuentras lleno de cosas nuevas, con una sonrisa que te cubre la cara de oreja a oreja,
enlistando uno a uno tus aciertos y aprendiendo de tus errores,
de cuando buscaste felicidad en el dulce mareo de sus besos de ron,
en la esperanza que se descubre nueva y llena de razón.
Estoy seco de palabras y vacío de ausencias, cansado de clichés;
segregando a cuenta gotas el poco veneno que me queda en la sangre.
Y yo que busco y me reinvento, entre las hojas marchitas de un ayer,
y yo que busco y me encuentro, entre los sueños que no pienso perder,
moldeando el tiempo en una botella, entre mis noches rotas por haber.
Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer
nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale.
Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor
es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las
frutillas nada sabe acerca de las uvas.
-Paracelso-
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El camino a casa,
Escombro de plumas
miércoles, 7 de marzo de 2012
Estrella de luz
Yo espero, procurando hacer con mis pasos eco, hilvanando sonrisas que deshilachen el pasado. Deseando un nuevo inicio, rompiendo con tu caja de creencias, haciéndote entender que mañana nos promete algo mejor.
Este soy yo procurando prender el fuego, navegando un mar de ilusiones donde los deseos se vuelven realidad, imaginando un nuevo sol que pinte la mañana de alegría y nos tapice con azul pastel.
Todo lo que alguna vez hayas visto y que yo espero; los trazos de mis dedos volando sobre los tuyos, encuentros de dos bocas que se ríen apenas se tocaron y se desean en eternas pues se saben verdaderas. Risas que solo descubren lo profundo del naufragio en nuestros ojos para no dejarnos caer.
Y yo que despierto imaginando robar tu alma en un suspiro, gritando tu nombre entre una dulce melodía de violines enamorados, descubriendo poco a poco los sabores que me claven en el pecho tu estandarte, y el ansia de mis dedos que solo resuelven a estrujar esta pluma.
Decirte todo en un telegrama con urgencia de ambulancia, como decálogo de palabras necias para apagar tu sed. Vivir pensando en tus estrellas, trazando la exacta trayectoria para reptar de mi trinchera a tus piernas, y al fin volar.
Este soy yo procurando prender el fuego, navegando un mar de ilusiones donde los deseos se vuelven realidad, imaginando un nuevo sol que pinte la mañana de alegría y nos tapice con azul pastel.
Todo lo que alguna vez hayas visto y que yo espero; los trazos de mis dedos volando sobre los tuyos, encuentros de dos bocas que se ríen apenas se tocaron y se desean en eternas pues se saben verdaderas. Risas que solo descubren lo profundo del naufragio en nuestros ojos para no dejarnos caer.
Y yo que despierto imaginando robar tu alma en un suspiro, gritando tu nombre entre una dulce melodía de violines enamorados, descubriendo poco a poco los sabores que me claven en el pecho tu estandarte, y el ansia de mis dedos que solo resuelven a estrujar esta pluma.
Decirte todo en un telegrama con urgencia de ambulancia, como decálogo de palabras necias para apagar tu sed. Vivir pensando en tus estrellas, trazando la exacta trayectoria para reptar de mi trinchera a tus piernas, y al fin volar.
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Alter Ego,
Principios
martes, 6 de marzo de 2012
Escribir
Sentirse en las nubes a veces simplemente me come todas las ganas de escribir
lunes, 23 de enero de 2012
Desde Aquí
Desde aquí en donde inicia la historia,
donde los huracanes se convierten en apenas pequeñas tormentas.
Aquí cuando comienzo a imaginar y respiro,
donde mis pasos son cada vez más largos y seguros.
Aquí cuando la luna se siente más cerca y confidente,
donde tomo vuelo y reparo mis alas.
Aquí colgado de una estrella,
donde planeo mi estrategia y me reinvento el futuro.
Aquí o en cualquier lugar en que me encuentre,
donde los raspones duelen pero aprendo y me llevan más lejos.
Aquí y desde un cometa,
donde tiro las máscaras y me descubro.
Aquí con mis amaneceres en las manos,
donde ayer no era la mitad de lo que hoy descubro.
Aquí donde llueve y todo es nuevo,
donde me reinvento y soy, donde me encuentro de pie, peleando.
donde los huracanes se convierten en apenas pequeñas tormentas.
Aquí cuando comienzo a imaginar y respiro,
donde mis pasos son cada vez más largos y seguros.
Aquí cuando la luna se siente más cerca y confidente,
donde tomo vuelo y reparo mis alas.
Aquí colgado de una estrella,
donde planeo mi estrategia y me reinvento el futuro.
Aquí o en cualquier lugar en que me encuentre,
donde los raspones duelen pero aprendo y me llevan más lejos.
Aquí y desde un cometa,
donde tiro las máscaras y me descubro.
Aquí con mis amaneceres en las manos,
donde ayer no era la mitad de lo que hoy descubro.
Aquí donde llueve y todo es nuevo,
donde me reinvento y soy, donde me encuentro de pie, peleando.
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