jueves, 24 de agosto de 2006

Coleccionista


El reflejo lo dibuja el vapor de mi ventana,
las manos me tocan sucumbiendo entre las sábanas,
los labios aparecen en mi café azucarado.

Te dibujo en mi mañana,
te dejo en un post-it tapizando mi pantalla.
siempre en pendiente por mi falta de tiempo,
y el miedo de que no seas tú quien despierte en mi cama.

Aún conozco los dedos de tus pies o el sabor de tus labios,
te invento de caricias y roces que el tiempo se roba.
Verbos que asesoran la certeza de la mentira,
y yo ya no quiero pensar en ti.

Mis palabras,
telarañas en el rincón oscuro de tu piel,
sucesoras en la credulidad de los labios.
Las esperanzas se esconden bajo la almohada,
no hay proyecto sin tu nombre entre letras.

El tiempo se comerá mis palabras,
seré el recuerdo de un beso con veneno entre la comisura de tus labios.
Vivirás bajo mi coraza,
despeñándote entre las ansias de mis manos,
prendida de mis sueños en un imposible.

Sabiendo que eras nadie y aún tan mía.
Creyéndote impresa en los poros,
Decidido a dejarme caer para calmar el dolor,
decidido a ser otra vez espuma,
con tu nombre clavado en mi vida, sin haber un adios.
… mi coleccionista.