viernes, 25 de mayo de 2012

Saltar al vacío

Supongo que así debe de ser eso que dicen de dejarse caer,
de saltar un día al vacío y sin previo aviso, ni siquiera paracaídas de por medio.
Pero el camino no es fácil, porque entonces llegan los miedos, las fobias, y las costumbres:
esas malditas putas tan ricas y casi imposibles de dejar.

Y toca enfrentarse a las máscaras y al espejo,
buscar dentro de todo el muladar de historias una sola que hable de ti.
Encontrarse, desempolvar los sueños y al niño que fuiste,
en los libros que leíste y nunca te gustaron, donde hoy rastreas entre ellos algún dejo que me hable de ti;
...supongo debe ser la parte más difícil.

Pero el camino siempre se anda solo,
y de pronto, como un rayo, caes en cuenta que ya no eres el mismo de antes,
que nadie dijo que desempolvar las viejas alas y volar sería fácil,
el precio de las facturas fue alto, pero llegado al destino ya nada será igual.

Supongo que debe ser algo parecido a construir un barco y saber que está listo para zarpar,
entonces te encuentras lleno de cosas nuevas, con una sonrisa que te cubre la cara de oreja a oreja,
enlistando uno a uno tus aciertos y aprendiendo de tus errores,
de cuando buscaste felicidad en el dulce mareo de sus besos de ron,
en la esperanza que se descubre nueva y llena de razón.

Estoy seco de palabras y vacío de ausencias, cansado de clichés;
segregando a cuenta gotas el poco veneno que me queda en la sangre.
Y yo que busco y me reinvento, entre las hojas marchitas de un ayer,
y yo que busco y me encuentro, entre los sueños que no pienso perder,
moldeando el tiempo en una botella, entre mis noches rotas por haber.


Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer
 nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale.
 Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor
 es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor...
 Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las
 frutillas nada sabe acerca de las uvas.
-Paracelso-