martes, 9 de septiembre de 2008

Que...


Sí, tal vez es hora de que admita los celos que tengo de tu ropa,
Que la distancia es el puñal que arremete en el alma,
Que la noche se volvió calificativo y 14 pasos en un océano de distancia,

Que si hay mañana... que sea contigo,
Que me trague la noche cuando desaparezcas y no distinga el paso de los días,
Que el eterno del tiempo se diluya en mis besos,
Que no haya ascensores, ni películas, ni series,

Que solo quede yo con sabor a mañana en la boca,
Con olvido en los ojos y rabia en las manos,
Que mis piernas corran y se desplieguen mis alas,

Que se desplome la noche y solo quede mañana,
Que las lágrimas se conviertan en sudor y el vacío en tristeza,

Tengo tantas ganas de jugar, de gritar que te quiero a cuatro paredes,
Cuando el abismo de la noche nos resuelva en olvido.