
Tengo dudas y preguntas, vicios y vórtices,
silencios ahogados en los ojos,
certezas enajenadas de besos,
costumbres envueltas en caricias.
Tengo frio de invierno en los labios,
tengo congeladas hasta las palabras,
tengo arañas en todo el cuerpo y están de luto,
tengo un potrero infestado de sueños,
tengo un papagayo repitiendo que todo estará bien,
tengo maldiciones amontonadas en serie sobre el librero,
tengo hambruna de sueños.
Es esa bipolaridad amnésica que me maniata el músculo psíquico,
que me hace estallar en medio de la difusión de la tristeza,
la euforia, el pánico, la motivación...
tengo héroes remojados en dolor.
Regresándole la razón a mis ojos y el juicio a mis dedos.