viernes, 9 de abril de 2010

Ambivalencias

Nunca como ahora he estado tan “ajeno” a esa expresión de aplicación indiscriminada, lo único que me faltaba… el amor, finito como el instante, placer prolongado en el tiempo, mi renacimiento, duración de la vida, anhelo de renovación… ¿Que es el amor?

El amor es la mentira mejor contada, la perfecta justificación, el precio más costoso, el olivo de mis ojos, la promesa nunca dicha, el veneno de tu boca, la rabia cuando me miras, el fragmento que descifras, tu alma material y mi cuerpo espiritual que me coloca en el umbral de la animalidad.

Es mi espacio imaginario, búsqueda de pasión, la caja de tus caricias, historia de mi habitación, que nace cuando me pides y muere si te regalas, que quema con la mirada y se viste de las caricias, es la palabra ociosa de risa superflua, tu bella, yo bueno y su influencia, mis prácticas criminales, lo próximo a la divinidad.

Es la pérdida del rumbo, las coordenadas de mi conciencia, en donde no sé si voy o vengo, si existo, solo sé que soy, breve, abierto, crecido de hechos, de contracciones y gemidos de contorsiones, es ese espacio velado para los ojos, pero transparente para esa visión nítida de grandeza; que inunda, proyecta, sembrando tu tierra de tiempo, eternidad.. y huellas.

Es la primera vez que no miré a otro lado, la primera vez que no necesité cambiarlo… cuando dejaste ése sabor salado; y sin embargo, perdí.


Hace días sentí la necesidad infinita e inconsciente de publicar esto, hoy, entendí el porqué.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tú, In-Finita, Yo

El amor, es la única razón para desaparecer en la muerte y, sin embargo, permanecer como una constante hasta el fin de los tiempos...

ArYi

Anónimo dijo...

jajajaja cómo se cómo se llama cómo se llama?

Que amargo lo desvirtuado, por lo menos 1 quedo intacto, afortunadamente esas incursiones de "inventiva" no alteran.

Mis mejores deseos para un alma tortuosa.

Rodrigo DLE dijo...

Las firmas chingado... las firmas!!! jaja... en fin, publicado. (Aunque insisto en que no me gustan los anónimos).