Escribo para encontrarme, para saber lo que busco, en lo marchito y torcido de mi eterna distancia. Escribo para descubrir lo que hay dentro, debajo de las heridas y raspones mentales, de mi alma noctámbula y tortuosa.
domingo, 20 de febrero de 2011
Pobre de ti
El mismo gran final,
La misma historia despertó,
El mismo dame tiempo, no es que seas tú quizás soy yo.
Después el drama abierto,
Sobre la sangre del adiós,
Diez días de silencio en duelo por un corazón.
El mismo sollozar
Mientras se ríe de mí el reloj
Que tuve entre las manos
Ella también se me escapó.
El fin del tercer acto y a celebrar el cuarto error,
De nuevo la paciencia,
Socorrer por mí el telón.
A dónde vas a ir corazón,
Con quien te vas a equivocar,
En donde habrás de ahogar la voz,
Con quien te toca morir,
Por quien te vas a suicidar.
Pobre de ti mi corazón,
Ella tampoco fue tu paz,
Como saberlo si el latido nunca ordenó dar marcha atrás.
Pobre de ti que no te queda otro remedio que aguantar,
Pobre de mí, la que me espera si no te llegas a levantar.
Pobre de ti mi corazón,
Pero como ibas a imaginar que había un tercero en la batalla,
Y peor aun que te iba a ganar.
Pobre de ti que ya agotaste la fuerza para recomenzar,
Vuelve de nuevo hasta los brazos de nuestra amiga la soledad.
*Abel Velázquez
Etiquetas:
Cosas ajenas que me gustan,
Verdades absolutas
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario