viernes, 13 de mayo de 2011

De lo marchito


Desde el interior, infestado de esa sensación a sangre hirviendo, profanando las coartadas que utilizas para tus mentiras; fina línea la que tú caminas, desgastando el paso y mi paciencia, ocultando la cara en alcohol y ganando valor; crecida de pretextos y excusas que conducen a ninguna parte.

Secuelas de tu sombra inerte y mi capacidad implícita de huir, rompiendo los esquemas con tu silencio, imaginando la ausencia y la luz desvelada, de la noche oliendo a whisky y ese mareo barato que le acompaña; y la vida transcurre, como el recorrido inevitable del tiempo y sus pasos, huellas blancas que mencionan mi nombre sobre la arena.

Y he de escribir mi final con la misma pluma con que escribiste el tuyo, maltrecho, un tanto torcido por el tiempo y sus indelebles recuerdos; carente de preguntas e infestado de razones, mirándote como se suele mirar a las mujeres en los amaneceres, como por debajo de la luz, como por debajo del perfume de los árboles, por debajo del ruido tenue de la ciudad dormida, y después partir.

Cada cosa y cada rostro estuvieron contagiados de mariposas que aleteaban amor, descalabro, angustia, café negro, pocillo, ven para acá mi amor, te tengo, no cierres la ventana, vaso. 

Éste soy yo, azotando mi rey en el tablero.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"...Me fascina esto".
P.D. (¿Puedo publicarlo?)

Escribo para encontrarme, para saber lo que busco, en lo marchito y torcido de mi eterna distancia. Escribo para descubrir lo que hay dentro, debajo de las heridas y raspones mentales, de mi alma noctámbula y tortuosa.

Rodrigo DLE dijo...

Publicar que y en donde? jaja y si, cambiamos el intro y aún me falta poner el enlace con el twitter en el blog :P

R.

Anónimo dijo...

Graciasss!!
Saludos.