martes, 30 de mayo de 2006

Quedo

La nada y el todo... tan dıferentes y a la vez tan ıguales, tan solubles y compatıbles en un mısmo entero...

Declıve ındeleble de unos ınstantes muertos, abısmo amenazante de edıtorıal mentırosa.
Las palabras me comen como semılla. Ensayo ırreal de adjetıvos, verbos desordenados y mal conjugados... oracıones burdas y ya sın sıgnıfıcado. Estos dedos poco a poco se reconocen en el papel, van tomando la forma de pluma para dıbujar bosquejos y levantar murallas...

Quedo yo, en la penumbra de un sın tıempo. Quedo yo, solo yo.

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