Verdad irrefutable no, no somos una pareja normal, ángeles o demonios que se abrazan, cerrando tus/mis ciclos y abriendo míos/tuyos, es el cielo que me dice que el amor vence el tiempo, que me descubre peón de tus tenebrosas ideas, voy caminando y descubriendo nuestras pequeñas y sin embargo encantadoras diferencias.
Porque creo que todos lo necesitamos, ese destellante pedazo de verdad y motivo en nuestra vida, ese motor interno e invisible que nos impulse o arrastre hacia algún lugar aún desconocido pero con promesas de ser maravilloso.
Los venenos son amargos, y un día decidí envenenarme de ti, sin mayores explicaciones y mucho menos fácil de entender, me dejé caer hasta lo más profundo de mi propia alma, de mi propio sentir; sembrando emociones en mi pecho, llenándome las noches de ilusiones y proliferando el amor en su más estricto sentido: loco, sin explicaciones, totalmente carente de lógica, a manos llenas, intenso.
Decidí que un día soltaría todos los miedos de mi alma tortuosa, noctámbulo insatisfecho, lleno de fiestas y soledades, manías, suturas, raspones mentales, egoísta... un pequeño fortín sin llave, que vive en cada latido, que se rige por él.
¿Por qué? ¿No es el amor una razón válida para desnudar algo más que el cuerpo y la mente? A veces, hace falta mucho más que amar para dejar fluir el sentimiento, pero no se trata de lo que yo siento por ti, ni de que te quedes conmigo, ni de la forma en que puedas llegarme a ver, se trata de "confiar", de renunciar a la comodidad de las certezas y saltar al abismo, y eso es lo que hago ahora mismo, aún si mis silencios y tus encantos infranqueables no me mantienen a salvo... hoy, estoy en tus sueños y confío.
El motivo es que me conozcas, que te enteres, que sepas como siento y lo que piensan mis silencios, lo que no te digo cuando callo, lo que te mueres por saber, que a pesar de que, de manera contundente sabes que te amo, también necesitas confiar en mí, con la seguridad de que puedo ser honesto contigo, que necesitas oírlo, que te lo grite, que no deseas me acostumbre a que me adivinen el pensamiento, que nadie está obligado a saber lo que yo quiero, que a veces tu también quisieras ser parte, mi cómplice, que no quieres que te deje afuera, que yo también puedo dar, que está bien hacerlo...
No es necesario mentirnos y encima saber que nos estamos mintiendo, quiero tener una conciencia en común, y aunque la verdad es humana y por lo tanto incompleta, nosotros podríamos lograr volverla absoluta.
Aún tenía la secreta esperanza de no estar tan enamorado... pero resulta que lo estoy, y te regalo con ello toda mi verdad. El amor en toda su extensión no estaba previsto, si bien es cierto, entregarme por completo me cuesta horrores, por el propio miedo a ser lastimado, también decidí cambiar el camino de una ruta trazada y perseguir mis sueños, esos sueños tan maravillosos y tan llenos de ti... de nosotros.
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